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Publié par
Date de parution
21 janvier 2013
Nombre de lectures
0
EAN13
9788431554736
Langue
Español
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21 janvier 2013
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0
EAN13
9788431554736
Langue
Español
Las brujas
en el mundo
Massimo Centini
LAS BRUJAS
EN EL MUNDO
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. DE VECCHI EDICIONES, S. A.
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A Paolo Trenta y a las brujas...
Traducción de Gustau Raluy Bruguera.
Proyecto gráfico de la cubierta de Design 3.
Fotografías de la cubierta de Catherine Millet.
Selección de ilustraciones del autor.
© De Vecchi Ediciones, S. A. 2012
Avda. Diagonal, 519-521 - 08029 Barcelona
Depósito legal: B. 31.673-2012
ISBN: 978-84-315-5473-6
Editorial De Vecchi, S. A. de C. V.
Nogal, 16 Col. Sta. María Ribera
06400 Delegación Cuauhtémoc
México
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o trasmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito de DE VECCHI EDICIONES.
INTRODUCCIÓN
La brujería es, sin duda alguna, un fenómeno muy complejo, variable según el periodo histórico y el área geográfica y todavía parcialmente desconocido, aunque con el paso del tiempo se ha ido forjando un conjunto de tópicos y de ideas preconcebidas.
El aspecto de su historia que más ha impresionado al imaginario colectivo es la caza de brujas, que no fue una simple experiencia conducida por la locura de unos pocos oscuros inquisidores, o debida al miedo y a la ignorancia de personas ciegas por la frustración y por el terror morboso al diablo, sino el resultado de una de las época más problemáticas de la historia occidental. Un periodo en el que convivieron personas de todas las clases sociales y todas las culturas, alimentando una persecución que actualmente todavía es objeto de reflexión para los que estudian las luces y las sombras de nuestro pasado.
Las fuentes y los métodos de estudio
Prescindiendo de las leyendas y de las falsas reconstrucciones históricas, que a menudo esconden claras intenciones anticlericales, existen unas fuentes objetivas que nos proporcionan la imagen concreta de la caza de brujas. Estas fuentes están constituidas por:
— documentos sobre los procesos celebrados contra las brujas;
— libros y manuales usados por los inquisidores;
— ensayos teológicos y jurídicos de eminencias eclesiásticas, y también de personajes laicos, partidarios y contrarios a la persecución de las brujas;
— imágenes del universo de la brujería realizadas por artistas, especialmente del periodo comprendido entre finales del siglo XIV y principios del XVII .
Las tres primeras fuentes nos pueden proporcionar un panorama fiable sobre cómo estaba considerada la brujería y cómo la interpretaba la población de la época. Analizando los documentos sobre la brujería se puede constatar que en muchas ocasiones la caza de brujas fue el resultado del malestar de sociedades que buscaban desesperadamente un chivo expiatorio que diera sentido a su malestar. También fueron importantes las moti vaciones religiosas y las inter pretaciones de inquisidores, teólogos y juristas, totalmente supersticiosos y obsesionados por el miedo al diablo y al mal.
Hoy en día los historiadores saben perfectamente que el estudio de la brujería no puede plantearse desde una disciplina científica única. La psicología, la antropología y el psicoanálisis pueden ser grandes ayudas. Asimismo, las ciencias médicas y la historia del derecho pueden ofrecer una contribución valiosa en el estudio de uno de los lados más oscuros de la historia de la cultura occidental.
En este libro se tratarán, con la ayuda de fuentes históricas y de las hipótesis interpretativas más consolidadas, los aspectos históricos principales de la brujería.
¿Qué es la brujería?
Según la definición más común, la brujería es un conjunto de artes mágicas utilizadas con el objetivo de dirigir acontecimientos según un deseo individual. Bruja es, por tanto, aquella que se sirve «con bajeza» de poderes mágicos, utilizados no con el fin de lograr un conocimiento, sino para causar efectos negativos contra otros en la mayor parte de los casos. Esta es la definición de brujería de la Gran Enciclopedia Larousse :
Forma maléfica de hechicería, practicada por quienes se supone o dicen haber hecho pacto con espíritus malignos o con el demonio. Los orígenes de la brujería deben buscarse, más que en una pervivencia de cultos paganos en las doctrinas dualistas cátaras extendidas por casi toda la Europa medieval y en las creencias supersticiosas en el poder y la intervención del demonio. Es muy difícil distinguir entre lo que creían hacer las brujas y lo que, quienes las denunciaban o juzgaban, creían que hacían. Es probable que las creencias populares hayan contribuido a configurar las prácticas de brujería (culto al demonio, reuniones [aquelarres] que parodiaban los cultos de la Iglesia en vísperas de fiestas solemnes, misas negras, etc.), como reverso demoniaco del culto cristiano.
De esta breve definición podemos deducir algunos aspectos concretos:
— la brujería es una práctica antiquísima;
— la brujería presupone un vínculo con el demonio;
— el adjetivo embrujado se utiliza para indicar experiencias que guardan alguna relación con el mundo de la magia, de la hechicería, del mal.
Consecuencia de ello es que bruja (o brujo , si bien casi siempre son mujeres) es:
Persona que, según superstición popular, tiene un poder sobrenatural o mágico emanado de un pacto con el diablo.
LA MAGIA: UNA DEFINICIÓN
Según la Enciclopedia católica :
La magia se distingue de la adivinación solamente en el hecho de que en esta última el efecto misterioso está en el ámbito del conocimiento de cosas ocultas; en la magia, en cambio, está en el ámbito de la producción de cosas insólitas. Cuando la magia perjudica al prójimo, se denomina con más propiedad maleficio. [...] Normalmente se relaciona con la magia natural toda aquella variedad de prácticas en las cuales —debido a la ignorancia de las ciencias naturales— se utilizan medios objetivamente insuficientes, con total buena fe, también de quien se sirve de ellos, con el convencimiento de que tienen la virtud de producir determinados efectos.
Es importante diferenciar entre magia y brujería porque los magos no fueron perseguidos como las brujas y, además, porque los magos, a diferencia de las brujas, gozaron de buena reputación en las cortes y los círculos de la nobleza.
El origen de un nombre y de una función
Etimológicamente, la palabra bruja tiene un origen incierto; el término italiano strega viene del vocablo latino strix («pájaro nocturno»), aunque el origen de la palabra también es incierto. Los términos franceses sorcier/sorcière están relacionados con sortes , es decir, con la tradición de pronunciar auspicios, dominio de los magos y de las hechiceras. En cambio, los vocablos ingleses wizard/witch derivan del sajón wicca/wicce, que corresponden a sabio/sabia ; un significado parecido tienen en alemán hexer/hexe .
El modelo de bruja y su fisonomía se fueron definiendo, según estereotipos todavía difundidos, a partir del siglo XIV , coincidiendo con el inicio de la gran persecución.
Las diferentes funciones eran (y son) sustancialmente similares, pero hubo variantes determinadas por motivos de carácter local.
Aunque en los procesos las acusadas eran casi siempre las mismas, la acción represiva podía cambiar según el país en el que tenían lugar los actos de brujería. Valorando el fenómeno global con las herramientas de las ciencias sociales modernas, se podría plantear la hipótesis de que las brujas fueran personas pertenecientes a clases sociales marginales, contra quienes se proyectaba la agresividad de una sociedad conmocionada por enfermedades, carestías, desastres naturales y guerras, acontecimientos todos ellos que se consideraban guiados por una voluntad maléfica. Desde este punto de vista, las brujas, habrían desempeñado la función «social» de dar un sentido a los males de la existencia.
¿Son las brujas las últimas practican